A tan solo una hora de Barcelona, en la encantadora ciudad de Figueres, se encuentra el Museo Dalí, un lugar que ningún amante del arte debería perderse. Este museo, dedicado al genio del surrealismo, Salvador Dalí, alberga la mayor colección de sus obras en el mundo, transportando a los visitantes a un universo onírico y fascinante.

Desde el momento en que se cruza la puerta de entrada, uno se sumerge en la atmósfera surrealista que caracteriza la obra de Dalí. El propio edificio del museo, un antiguo teatro municipal, fue transformado por el artista en una obra de arte en sí misma. Fachadas de color rojo sangre, huevos gigantes y esculturas extrañas dan la bienvenida a los visitantes, creando un ambiente de expectación y sorpresa.

El recorrido por el museo se desarrolla en tres plantas, cada una dedicada a una etapa diferente de la vida y obra de Dalí. En la planta baja, encontramos obras de sus inicios, marcadas por el cubismo y el futurismo. A medida que ascendemos, nos adentramos en el surrealismo puro, con obras como La persistencia de la memoria, El gran masturbador y Sueño de una noche de verano. Cada cuadro es una ventana a la mente de Dalí, repleto de simbolismo, erotismo y sueños.